martes, 17 de mayo de 2016

La niña de las almas nocturnas

La claridad de la luna entraba por la ventana, ella estaba oculta entre la oscuridad, nadie sabia que ella estaba ahí, observando, observándote.
Sus ojos negros penetran en la habitación, ella puede sentir tu miedo, y tu su presencia, sabes que alguien te observa, que mira cada insignificante moviendo que hagas, ella esta ahí, esperando que te duermas…
Estaba durmiendo, como todos los días, tranquilamente, sin que nadie me moleste…Hasta que sentí un cosquilleo en las plantas de mis pies, los moví instintivamente, pero algo me los agarro, me sobresalte y abrí los ojos, mire hacia donde estaban y no había nada, solo había sido un mal sueño…
Al otro día, cuando estaba vistiéndome para ir al colegio, mis tobillos y toda la planta de los pies estaban rasguñados y mi cama estaba manchada de sangre, donde mis pies habían estado ¿Qué había pasado? De seguro el día anterior me había lastimado con algo sin darme cuenta, y el sueño fue porque me ardía o algo así…
El día transcurrió tranquilamente, con amigos, amigas, hasta que llego la noche. Me acosté temprano, aunque al otro día era sábado, pero estaba exhausto, me dormí 30 minutos después de que me acosté…
Otra vez sentí ese cosquilleo, no me moví, era extraño. Estaba despierto…no era un sueño, algo o alguien estaba acariciando mis pies… Eran caricias que hacían arder las plantas.
Sentí una respiración suave, luego el peso de alguien. Me levante alterado, me faltaba el aire ¿Qué había en mi habitación? ¿Qué era aquello que estaba sentada en mis extremidades inferiores?
Encendí la computadora, entre al Google y en algunos portales de internet describían situaciones similares a las mías, pero no decían como pararlo, solo que estaban aterrados; Otros, que conocían personas que decían que les sucedía eso…y que habían muerto.
“¿IBA A MORIR? No, no podía morir, todavía tenía una vida por delante, esto no podía estar sucediéndome a mi” pensé, pero si, eso me estaba sucediendo, aunque lo negara, aunque hiciera de todo, eso era real.
Tenía un plan, en la noche que seguía no iba a dormir, solo iba a fingir que dormía… iba a averiguar que era aquella cosa que estaba en mi cuarto por las noches.
Llego la hora de acostarse, yo estaba preparado, listo para ver que sucedía en esa habitación.
El miedo me corrompía el cuerpo, pero tenia que hacerlo, nadie me creería si les contaba de lo sucedido, creerían que estaría loco, o que estaba esquizofrénico.
Abrí la cama, me metí bajo las sabanas, cerré los ojos suavemente, calme mi respiración, y me concentre para no dormirme. Pasaron 2 horas y nada ¿Estaba loco, aquello me lo había imaginado? No, algo se movió al otro lado de la habitación…Sentía su presencia, era algo sobrenatural, algo que nunca había sentido, no tenia tanto miedo como había pensado, ya no.
Un susurro paso por mi cabeza diciendo “Ven conmigo, te llevare a un lugar mejor, solo cierra los ojos y no los abras… Nunca mas tendrás que volver a esta vida…Solo entrégame tu alma” la palabra alma quedo rebotando en mi cabeza.
¿Debía darle mi alma? No, esto no puede ser.
Abrí los ojos, parecía que estaban pegados, cuando logre despegar los parpados, la vi, estaba en el rincón más oscuro de mí cuarto, sentada, con las rodillas contra su rostro y rodeadas por las manos. Se escuchaba un leve sonido, al principio solo era un insignificante ruido, pero luego sé convirtió en un llanto.
Era de pelo negro, largo, pálida, con los ojos negros, como la noche, llevaba un vestido largo y blanco, sus labios eran finos y rojos como la sangre. Tenía ojeras negras, sus ojos se ponían blanco cuando subía la miraba para verme
De nuevo escuche una voz en mi mente que decía “Deja este mundo, y ven conmigo, todo será mejor…Solo dame tu alma, entrégala, ya es hora.” Me tape los oídos y empecé a gritar ‘esto es un sueño, todo es mentira, todo es mentira…’. De repente vi el recobijo donde antes había estado aquella niña, no estaba mas, en su lugar había dejado la nada, un espacio por rellenar, mire frenéticamente hacia todos lados ¿Dónde se había metido? Entre la oscuridad estaba aquella niña paranormal.
Escuche un ruido bajo mi cama por unos minutos, hasta que el ruido seso. La cama empezó a temblar, me aferre de las maderas de los costados, el tambaleo era cada vez más fuerte, no podía sostenerme fuerte. Hasta que callo al suelo, la joven, ¿donde estaba?
Agarre las sabanas y me introduje bajo ellas con los ojos cerrados de una manera que hacia doler mis parpados, quería llorar, salir de ese lugar. Pasaron 5 minutos y todo parecía estar calmo, ya no había ninguna entidad allí. Todavía permanecía con los ojos cerrados, temía abrirlos y aparecer en un lugar remotamente familiar y morir ahí. Abrí los ojos y la vi, ella estaba ahí, junto a mi sonriéndome, con esos ojos negros, esa sonrisa demoniaca, estaba bajo las sabanas, mirándome, como si fuera un juguete que desea con todo su ser. Una risa salio de su garganta, la mire fijamente, estaba pálido, casi como ella, mis ojos se llenaron de lagrimas, no podía ser ¿todo acabaría allí mismo? ¿El fin? Temía que la forma que me matara fuera dolorosa y lenta. Extendió su mano y el tacto de su mano contra mi piel hizo erizar mis bellos, estaba helada, era casi como meterse en una bañera llena de hielos. Cerré los ojos, no quería verla, me horrorizaba, su sonrisa, sus ojos, su piel pálida, todo. Sonrío nuevamente pero esta vez levanto sus manos y me agarro del mentón y pronuncio unas palabras “Quiero tu alma.” Negué, no le iba a dar mi alma, era mía, no de ella. La comisura de mis labios hizo una mueca de dolor, estaba apretando mi mentón con fuerza, clavaba sus uñas largas y sucias en mi carne, empezó a salir sangre de mi rostro.
No podía mas con esto, ¿Cómo escaparía de ella? ¿Esto me pasaría todas las noches hasta que le de mi alma? De mis ojos empezó a salir un liquido, supuse que eran lagrimas, cuando baje la vista, era sangre, de mis ojos derramaba sangre, solo pude articular unas palabras “¿Qué me estas haciendo?” Me soltó, estaba todo manchado de sangre, se tapo la cara con las manos y luego se clavo las uñas en su rostro ¿Qué hacia? Empezó a rasguñarse toda la cara con sus garras, hasta el cuello, salía sangre de su cuerpo.
“Estaré aquí hasta que me des tu alma, are tus noches de las peores, are que quieras dejar de vivir.” Susurro en mi oído. ”¿Por qué no me la robas y ya?” dije con la poca voz que tenia. “Es tu alma, tu me la debes dar” Una carcajada ahogada salio de su garganta. Se quedo quieta, sin emitir un solo ruido por unos instantes, su expresión era fría, tenía los ojos cerrados y la comisura de la boca hacían una mueca de desagrado. Trate de salir corriendo, pero no podía, no podía salir de allí, no podía controlar mi cuerpo, estaba…Paralizado. Trate de gritar, pero no salía nada de mi garganta. “¿Asustado?” la voz de la joven resonó dentro de mi cráneo…
Abrió los ojos de repente, pero estos ya no eran negros, eran blancos, no tenían pupilas, esto me aterrorizo, me empecé a desesperar, su rostro se torno cruel y hostil. Una sonrisa enmarcaba su cara.
¿Mis noches serian las peores que nunca habría soñado? No quería tener una vida como aquella, solo quería ser un chico normal.
“Solo tienes que cerrar los ojos y dormir, nunca mas despertaras, no dolerá…” una sonrisa traviesa sonó en mi cabeza, y luego la frase ‘no dolerá’ hizo eco en ella.
Cerré los ojos… Le daría lo que quería, no quería mas sufrimiento, ya no mas. Mi cuerpo callo contra el colchón de la cama, seguía sin su control, pero ya no me importaba, en pocos minutos mi alma seria de ella, ya no habría mañana, no tendría futuro…
Sentía como mi cuerpo se iba relajando. Iba dejando mi cuerpo, hasta que llegue a verlo, yo estaba flotando, y mi cuerpo estaba allí, un joven de 14 años, piel pálida, ojos azules, pelo castaño, acostado en una cama cubierta de sangre.
La expresión de la joven dejo de ser tan hostil, acomodo mi cabello, pero algo parecía extraño, devuelta…devuelta aquella sonrisa, esa sonrisa horrenda, puso sus manos en mi antiguo cuerpo se abalanzo hacia el mostrando sus dientes filosos y empezó a morder y arrancar partes de mi carne.
Trate de detenerla pero no pude, era como un fantasma. ¡ESTABA PRECESIANDO COMO DESTRUÍAN MI CUERPO Y NO PODÍA HACER NADA! Cuando por fin dejo el cuerpo, el rostro estaba deformado, la piel arrancada, mire a la criatura vil que había hecho eso, tenia una expresión de satisfacción y la cara cubierta de sangre, bajo la vista y miro su mano, ella tenia…un corazón, no era cualquier corazón, era el mío. Lo miro fijamente, sonrío levemente, rasgo su vestido, su pecho, era horrendo estaba lleno de cicatrices, puso su mano sobre el y lo abrió con sus garras, una vez abierto depositó mi corazón en su pecho. Sentí como me iba desvaneciendo, como todo iba dejando de tener tanta nítida como antes, todo había acabado…Llegaba mi fin.

la mujer de la 45A


Era una noche normal, como cualquier otra en mi trabajo de paramédico, atendimos una o dos emergencias, nada complicado, hasta que a eso de las 3:50 a.m. fuimos llamados por un aparatoso accidente en la ruta 45A, no me extraño el lugar, era una carretera que atravesaba unas montañas, por lo tanto es muy peligrosa, tan pronto llegamos era evidente, un camionero se había quedado dormido y había caído a un abismo, tardamos un poco pero logramos llegar hasta el fondo, entre fuego y partes del vehículo, logre ver a un hombre arrastrándose, como si huyera de alguien, cuando me acerque se alegro de que estuviéramos ahí, lo montamos en la camilla de emergencia ligera, y lo subimos a la ambulancia; el estaba muy consciente, a pesar de todos sus moretones y fracturas, no parecía peligrar, de camino al hospital, empecé a preguntarle acerca de el, para descartar una contusión cerebral, pero el solo me respondía “ella viene por mi”, le pregunte que quien era ella, pensó unos segundos y termino contándome todo.
-“Yo soy conductor desde los 15 años, mi padre me enseño y yo seguí con esto como mi trabajo, el único problema que tiene una persona como yo es lidiar con el sueño cuando tienes una ruta larga, pero es algo que con costumbre aprendes a manejar, hoy era el caso, traía un cargamento de materiales para construcción, y tenía que entregarlo al otro día, por lo tanto me había planteado manejar toda la noche, ya que iba tan solo por mitad de camino…”
Hizo una pausa mientras asimilaba todo lo sucedido, hasta ahora yo no tenía ni la más mínima idea de que lo que había sucedido seguía concentrado en hacer mi trabajo y en mantener al conductor despierto y hablando, le pedí que me siguiera narrando.
-“Había notado que era una noche muy oscura, por esta época es normal que la luna ilumine bastante el camino, pero esta noche no, no había rastro de ella, había oscuridad absoluta, pero igual no le di importancia, debía llegar a tiempo, y aproveche que no había ningún vehículo para ir más rápido, después de unos minutos lo note, estaba totalmente solo, no me asuste pero me parecía muy extraño; con tanta soledad era difícil que el sueño no empezara a apoderarse pronto de mi, como me sentía cansado busque un poco de café en mi tarro pero estaba vacío, pensé que sería una noche larga y dura, continúe normal hasta que en una parte recta, vi algo junto a la carretera, más bien alguien, entre más me acercaba mas se podía distinguir, era una mujer, de vestido rojo, pelo largo; levanto su brazo, en señal de pedir un aventón, yo inmediatamente me detuve y la deje subir, sin saber que estaba dejando subir a mi propia muerte; era una mujer muy hermosa, ojos claros, cabello castaño, piel morena, pero con una sonrisa diferente a las demás, su sonrisa era como si disfrutara algún hecho malévolo, no le preste mucha atención, así que le hable, le pregunte su nombre, pero no me respondió, le hice más preguntas, incluso la de por qué no hablaba, me quede callado unos segundos, y al final decido hablar, me dijo que si me había despedido de Ana, ¡Ana es mi esposa!, no sé cómo podría saberlo, pero se veía muy segura, le pregunte que como lo sabía, pero no dijo nada, solo volvió a preguntar, y le dije sí; luego guardo silencio, yo quede muy asustado, no me atreví a mirarla más, todo lo que estaba pasando era muy raro, empezaba a salir del sueño y me daba cuenta de algo, por esa zona no vive ninguna persona, por lo menos a 50 kilómetros alrededor, y que no había ningún auto averiado, ¿quién era la persona a la que llevaba?, me pregunte, me gire para darle un vistazo de nuevo, pero ya no estaba, iba solo en la cabina, me asuste demasiado, no lo podía creer, ¿que se había hecho ella?, no dejaba de mirar el asiento de al lado, pensando en que paso, cuando mire la carretera, ella estaba afuera del camión, en el parabrisas, mirándome, pero ya no era una mujer hermosa, solo podía ver sus huesos y carne a medio descomponer; quede paralizado, ella me dijo que iba a morir, pero se escuchaban varias voces al unisonó, en ese momento reaccione y di un giro brusco al volante, tratando de liberarme de ella, pero lo que hice fue lanzarme a un abismo, ya en el fondo, logre salir como pude del vehículo, tarde por lo menos una hora en hacerlo, para mi sorpresa vivo, me sentí a salvo a pesar de estar malherido y aun al borde de la muerte, pero no me había librado aun, escuche una carcajada enorme, era ella, estaba frente a mí, me miro y me señalo con su dedo, y decía “ te voy a matar”, una y otra vez; yo empecé a arrastrarme hacia atrás como pude, sentí que era el final me di por muerto, hasta que vi entre el accidente, que se acercaba alguien, eran ustedes los paramédicos, y cuando mire hacia ella, ya no estaba.”
No sabía que pensar, si creerle al conductor, o creer en una teoría menos fantasiosa; mientras estaba en silencio, note que el hombre de la camilla señalaba hacia la ventanilla trasera, con una cara de pánico, al girarme ahí estaba ella, la mujer de la cual me había contado; quede aterrorizado, era horrible, en verdad un esqueleto demoniaco, me gire a ver al hombre, y quede aun mas atemorizado, cuando vi que el conductor tenía una abertura enorme en el tronco, y salían todos sus intestinos, en efecto estaba muerto, y fue a causa de la mujer, me gire para verla a ella, pero no estaba, solo había un texto escrito con sangre en la ventanilla, decía : “sigues tu”.
Hoy me encuentro en la cárcel, aquella madrugada, al oír tanto alarido, el conductor de la ambulancia se detuvo a mirar que había pasado, en la parte trasera solo estábamos el conductor y yo, y al verlo asesinado de tal manera, solo pensó una cosa; llamo a la policía y fui culpado de asesinato; me quedan 40 años aún, me siento más seguro aquí, pero aun temo ser el siguiente.
“Si algún día pasas por la ruta 45A después de la media noche, es probable que te encuentres una mujer muy hermosa vestida de rojo, piénsalo 2 veces antes de llevarla.”

El Episodio Perdido de los Looney Tunes

Un reconocimiento especial a quien quiera que haya escrito esta creepy. A pesar de ser una más en el campo de episodios perdidos, supo sacarme un buen susto. Supongo que ahora tendré que pensarlo dos veces antes de ver los Looney Tunes 😛
“Ya era adulto, tenia 23 años y mis padres murieron en un accidente de tránsito. Por desgracia mía, no tenía a nadie a mi lado: mis parientes más cercanos vivían en Carolina del Sur, algo muy lejos de Alabama. Nosotros eramos los únicos de la familia que no teníamos el mínimo contacto cercano con nadie. Como yo no trabaja y no podía mantener solo el departamento, tuve que conseguir algún empleo rápido, algo que me encajara y que me gustara. Fui cuadra por cuadra, buscando negocio por negocio algún cartel de “Se busca empleado” o “Se busca ayudante“. No tuve suerte este día, lo iba a intentar mañana. Me acosté, puse el despertador a las 7:00 para ir bien temprano a buscar trabajo. Dormía tranquilamente hasta que me llego a mi cabeza recuerdos de lo que paso ese horrible día en la casa de mi mejor amigo Juan. No pude conciliar el sueño en toda la noche, me llegaban y llegaban recuerdos.
Llegó el día. Me vestí rápidamente para salir a buscar empleo, busque en todo mi barrio y no encontraba nada, otra vez no era mi día, hasta que vi un cartel en una tienda de películas, videojuegos y series. No me demoré en absoluto en conseguir empleo: el dueño me aceptó sin preguntarme nada ni pedirme curriculum. Empecé mi trabajo como vendedor. Mi única tarea era arrendar lo que había en la tienda. La tienda atendía las 24 horas y yo trabajaba en horario nocturno, de 8:00 PM a 0:00 PM. Mi primer día era como estar en el cielo: sabía que desde ahora ya iba a empezar a ganar dinero, iba a poder pagar el arriendo del departamento. No me costó adaptarme a las ordenes de mi jefe, la tienda era muy grande y con una variedad de películas y series, sobretodo dibujos animados para los niños. Mi segundo día de trabajo era normal como el anterior, era un noche bien calmada y fría. Pude contemplar la densa neblina que rodeaba la tienda, y el guardia de seguridad que protegía la puerta principal andaba algo intranquilo. Se pudo apreciar un ambiente bien tenso, las dos únicas personas que quedaban en la tienda se fueron, quedamos nosotros (yo y el guardia). Como ya eran más de las 1:24 de la madrugada, el guardia me dijo que ya era hora de cerrar. Estaba preparando mis cosas para irme, pero me dijo que me quedara aquí porque se veía peligroso afuera por la densa neblina. Mientras veíamos en una tele pequeña “Las aventuras de Fabricio“, las luces comenzaron a parpadear. Pegué un susto de la silla; el guardia me dijo que me quedara tranquilo, ya que era común que pasara esto en la tienda. Le pregunté si había alguna clase de espectro o algo paranormal. El guardia terminó riéndose y seguíamos viendo la serie. Se mostraron los créditos de la serie, apagamos y el guardia me dijo que fuéramos a la bodega a buscar algunas de las series guardadas en unas cajas. Lo acompañé. Como la bodega quedaba aparte del local, salimos afuera por el callejón, done había demasiada neblina y era imposible ver. Entramos a la bodega y vimos una pila de cajas amontonadas, buscábamos alguna serie o película interesante. Una de las ventanas de la bodega se abrió violentamente y entró un viento que hizo que una de las pilas de caja se cayera encima de mi.  El guardia no podía contener su macabra risa mientras me rescataba de la pila de cajas. Yo recogía los cassetes de video para ponerlos en su lugar, hasta que vi una cinta con un nombre que me dejo frío unos momentos, la cinta tenia el título de “Looney Tunes: The daffy duck murderer” (Looney Tunes: El pato Lucas asesino).
Llegó a mi mente una visión de lo que paso hace 8 años. El guardia preguntó si estaba bien, salí de la visión y le dije que sí. Volví a leer el título de la cinta. Al momento pensé que se trataba de una broma para llamar la atención al espectador, ya que estos eran mis dibujos favoritos de la infancia. Le avisé al guardia que viniera a ver esto: vio el título y emitió una risa entre dientes, pero a mi no me dio absolutamente nada de risa. Me dijo que volviéramos al local y le echáramos un vistazo. Sentí que mi subconsciente me hablaba de que viera esta cinta , pero yo me negaba por dentro. El guardia insistió que le echáramos un vistazo. Volvimos a la tienda para revisar el contenido de esta cinta: mis manos estaban temblando y algo sudadas. Inserté el video en el reproductor VHS. Nos sentamos con algo de comer para ver la cinta y encendí la televisión a Modo Video. De inmediato la cinta empezó a reproducirse: apareció la intro con un tipo de efecto ‘screenfade‘, al momento la intro no era la misma que los demás episodios de Looney Tunes. Aquí la música alegre y clásica de estos dibujos estaba ausente, no sonaba en ningún momento. El título “Looney Tones presents” se acercaba demasiado lento hacia el espectador. Después de 30 segundos el título se detiene. Seguían apareciendo otras cosas misteriosas en la intro: dos manos dibujadas con sangre de mal presupuesto salían desde el fondo del círculo de colores. No pude reconocer las manos de el personaje que se ocultaba allí, pero al final, este habla diciendo: “Esto es lo que nunca olvidaran amigos, joajoa joajoa“. Quien quiera que fuera el dibujo que se ocultaba allí, emitió una risa bien grave y malévola. Luego de este efecto, aparece el titulo de “The daffy duck murderer“, con una letra cursiva y en rojo oscuro; pareciera que los editores no tuvieron tiempo de hacer algo mejor en este episodio. El guardia se sentía incomodo con lo que veía, yo estaba asustado y solo quería irme de ahí, pero la neblina poco a poco empezaba a colocarse más y cada vez más densa. De pronto algo se escuchó atrás: no tuve las agallas de ir a ver que era, el guardia se paró a ver y no había nada. Seguíamos viendo el episodio… El intro termina, pasó al cuadro de escena del episodio, un circulo negro empezó a agrandarse como de estos típicos finales de los dibujos animados, que aparece un dibujo mientras el circulo se cierra, pero este era al revés: se abría en vez de cerrar y lo hacía muy lentamente… Comenzó como un episodio normal de los Looney Tunes, pero no sabíamos que de poco a poco este episodio se transformaría en una pesadilla. Bugs Bunny aparece caminando un buen rato, no más de 2 minutos y pareciera que el cuadro de escena era el mismo y se repetía una y otra vez. Luego de los 2 minutos, éste saca una zanahoria de su bolsillo y lo empieza a masticar con una brutalidad… pude sentir el enojo que tenía el conejo… podíamos ver como la escena se cortaba cada 15 segundos y volvía a la misma: Bugs Bunny comiendo una zanahoria….. ésto duro más o menos 35 segundos. Un cuadro negro se interpone en la escena por 15 segundos, pasa a otra y vemos a Bugs Bunny sentado en el borde de un árbol mal dibujado y sin hojas. En verdad, la escena donde estaba el conejo era demasiado pobre: no habían nubes ni vegetales, el dibujo simplemente no tenía vida. Bugs Bunny entre susurros dice: “En verdad quieres ver esto viejo? No puedes sentir el dolor que tengo?“.
Una frase bien fría y escalofriante para ser Bugs Bunny. Comía su zanahoria con demasiada tristeza. De pronto, la cámara hace un zoom al conejo y éste en seguida se pone triste y empieza a llorar descontroladamente, corría sangre de su nariz. Bugs Bunny mira hacia la cámara como si tuviera un odio hacia el espectador, diciendo entre dientes: “¡¡ÉL ME HA ECHO DAÑO!! NO LO PROVOQUES, NO LO BUSQUES!!!“, Bugs Bunny se levanta y lanza su zanahoria medio masticada a la cámara, la escena se corta y empieza a distorsionarse. En seguida pausé la cinta y le dije al guardia que no podía seguir viendo eso. El guardia estaba un poco asustado y aun así se hacía el valiente: me dijo que me quedara, que no pasaba nada. Le puse play a la cinta: ahora en escena se ve Pepe le Pew y su novia Gata, discutiendo por algo. El interior de la escena se vuelve violenta, ellos se agarran a golpes de una forma real. Quedé algo confundido, porque ésto no era normal de un episodio de Looney Tunes. Vimos como manchas de sangre saltaban a la cámara, no pude contener más el miedo.
La cámara hace un acercamiento hacia Gata: estaba muy herida, su cara estaba ensangrentada con los golpes que había recibido por Pepe le Pew. Ésta tenia una pierna quebrada y un hueso dibujado de muy buena calidad estaba en su pierna como si fuera una fotografía bien recortada pegada en la escena. Lo más raro de esto, es que el hueso era lo único dibujado en calidad en el episodio. La sangre no paraba de saltar, un ruido extraño sonó en el interior de la escena y todo se vuelve violento. Aparece en la escena Daffy Duck, diciendo: “Otra vez con sus peleas de ñoños? Esto es lo que quieren que los niños vean? joajoajojaojoa“. Daffy Duck emitió una risa bien parecida a la que se escuchó en la Intro. El guardia andaba confundido al igual que yo y no podíamos creer lo que estábamos viendo y que clase de cinta era esa. Daffy Duck, sonriendo malvadamente dice: “HAGAMOS ALGO DIVERTIDO CON ESTA BASURA.“. Era increíble el dialogo que usaron para crear este episodio, palabras con doble sentido y palabras muy groseras. Lo que vi después hizo que se me pusieran los pelos de punta: Daffy Duck saca de detrás de su cola un cuchillo, empieza a apuñalar a Gata en varias ocasiones hasta provocarle la muerte. La cámara hace un enfoque a Daffy Duck: a éste se le ve sin ojos, como si se los hubieran borrado, tenía una sonrisa demoníaca que daría un susto a cualquiera.
Sonriente, empieza a reírse por 30 segundos con una risa macabra y escalofriante. Luego de estar satisfecho con asesinar a Gata, empieza a violar el cadáver muerto de Gata. Éste le dice ya en el piso ya muerta: “¿Te calienta que te lo metan perra? Wajajajajajaj!!!!“. Daffy Duck se para y escupe sangre sobre la cara de gata, mientras Pepe le Pew se siente alegrado y riéndose de la muerte de su novia Gata. Le dije al guardia que pausara la puta cinta en seguida, pero el control no funcionaba y las luces empezaron a parpadear con demasiada frecuencia. El episodio seguía en marcha: Daffy Duck riéndose, degolla a Pepe le Pew, cortando su cabeza y mostrándosela al espectador, mientras dice: “ESTO ES LO QUE QUERÍAN NIÑOS? LES GUSTA LA SANGRE? PRONTO SUS CABEZAS SERÁN MÍAS! WAJAJAJAJAJAJ“. La escena cambia repentinamente y con una música parecida a la de Suicide Mouse, Daffy Duck come las vísceras de Gata con sus grandes dientes afilados. Su pelaje estaba erizado. Un sonido empezaba a sonar mientras este comía las vísceras, como si alguien estuviera masticando algo cuando se producía la escena. Daffy Duck después de comer, hace un giro con su cabeza y mira hacia la cámara con una cara endemoniada y con los dientes cubiertos de sangre… de a poco empieza a caminar de patas y a acercarse al espectador, como si éste fuera su próxima victima. La escena inmediatamente se corta. Un ‘screenfade’ aparece con un fondo negro por 30 segundos mientras una voz de una niña gritando decía “AYUDAME!!! AYUDAMEE PORFAVOR!!! AYUDAME.. NO DEJES QUE CORTE MI CABEZA!!“. Después de eso, aparecieron los créditos ordinarios.
El guardia estaba pálido, se paró de la silla y rápidamente cogió un bate, quebró la tele y el reproductor.
Asustados, corrimos fuera de la tienda, pero la puerta principal no se abría y la de atrás tampoco. Desesperado cogió su arma y se dio un tiro en la cabeza. Me salpicó sangre en la cara; estaba asustado y grité como loco, no sabía que hacer.
Rompí la ventana y logre escapar hacia mi hogar. A la mañana siguiente me enteré de una noticia trágica: el dueño y el guardia del local “Video World” habían muerto esa noche. Sentí que algo no andaba bien: que yo recuerde, nuestro jefe se encontraba en casa y no estuvo con nosotros. La esposa de éste lo encontró muerto en la cama, degollado y sus vísceras no estaban (sospecho que alguien se los robó). Pero cuando vio un mensaje escrito con su sangre en la pared, ésta se desmayó. El mensaje decía: “DESDE AHORA SERÉ LA PESADILLA DE TODO EL PUEBLO – Daffy Duck“. No gané nada de dinero, así que me tuve que mudar del departamento. Ésto sucedió hace aproximadamente 3 meses. Actualmente vivo con mi mejor amiga Jessica. Hoy en día, aun tengo pesadillas con el suceso que pasó en la tienda.”

lunes, 16 de mayo de 2016

No le dias a nadie

Era de noche… ¿o era de tarde?, la verdad no lo recuerdo… lo que sí recuerdo bien, era esa sensación de desesperación tan desgarradora  que todo mi ser parecía estar en un estado de onirismo… ojala… hubiese sido así, ojala, todo hubiese sido una tremenda pesadilla maquinada por mi cansancio mental  acompañado de mis incontables tazas de café. Si me desvío del tema que les interesa, el cual crea para mí un gran dolor y a usted puro morbo, lo siento mucho, ahora mismo estoy haciendo un gran esfuerzo por recordar todo lo que paso exactamente, y para eso mi mente necesita divagar… hace siglos que no pensaba, ¿saben?. Apartando hacia un lado la desesperación, salía a relucir el terror junto con la cobardía, y estos dos no eran infundados, puesto que, al otro lado de la fina pared del cuarto del baño, donde me encontraba escondido, una criatura se comía a mis padres.
Nunca llegue a ver la forma de ese monstruo completamente, o al menos… no lo recuerdo, lo único que mi memoria en este momento recrea son unos ojos grises hundidos y sin vida, en la cima de una sombra espeluznantemente grande. Después de haberlo visto, salí corriendo y me escondí, ¿por qué no huí de allí? no podía, algo me lo impedía. Los gemidos de mis padres eran apaciguados por la sangre que les borboteaba  desde las entrañas, y los constantes traqueteos en la pared, ocasionados por sus bruscos movimientos, representaban para mí, un paso más al Gehena.
Mis padres, ese día, estaban ebrios, muy ebrios, la misma historia se repetía todos los viernes por la noche, cuando ellos llegaban asqueados de sus trabajos y solo conseguían relajarse en los brazos de la cerveza, haciendo como siempre, caso omiso de su hijo de diez años y de su depresión insignificante.
Recuerdo perfectamente, el dolor que produjo la leche caliente en mi lengua, que bebí antes de irme a dormir, en la cocina. Cuando pase con mi muñeco de peluche, que arrastraba al caminar, por la sala, observe de reojo como mi padre le descocía el rostro a mi madre a golpes… seguramente por alguna ridícula razón. Ellos se la pasaban peleando por cosas sin sentido todo el tiempo.
Deje al muñeco de peluche caer al suelo  y salí corriendo hacia la habitación de mi abuela, al entrar, la escuche sollozar… “¿Por qué…?” pensaba, “¿Por qué una señora tan buena, está sufriendo…?” y, “si ella aun sigue sufriendo al final de sus años, ¿Qué será de mi? ¿Nunca dejare de sufrir al igual que ella?”
Ese fue mi límite. Y si, por más raro que se les haga, hasta un niño observador e inteligente de diez años tiene un límite. Maldije todo a mí alrededor, todo, incluyéndome a mí. Por mi mente paso la imagen de un tranca puertas, los iba a dejar sin poder caminar… lisiados, de la misma forma  en que lo hicieron con mi abuela. Con toda la determinación y voluntad de un pequeño, cuya inocencia e infancia se les fue arrebatada y en su lugar, fue sembrada la ira, me dispuse a cumplir mi plan… pero, los gritos de mis padres callaron súbitamente, y antes de entran en el rellano de la sala, sombras se proyectaban desde el interior de esta, parecidas a un hombre, parecidas a mí, parecidas a mi… abuela, ¿Cómo eso en aquel entonces, iba a ser posible?, imposible, “seguramente un ladrón había entrado”. Mi objetivo de un segundo a otro había cambiado, tenía que proteger a mi abuela de ese ladrón. Mmm… para pensar eso, ahora me doy cuenta, que era un niño bastante ingenuo después de todo.
Cuando arrastre mi rostro por el marco de la puerta, vi a la criatura comiendo los pies de mis padres, tranquila y silenciosamente. Un mar de sangre se abría bajo ellos y en ese preciso instante, eso… se dio cuenta de mi presencia. “Monstruo” pensé, “debo esconderme”… inmediatamente salí disparado de allí, termine en el baño, aturdido; sin poder ver y pensar bien.
Pasaron más o menos dos minutos, pasos se acercaban, a la vez que escuchaba como algo iba triturándose. En mi ya no cabía el miedo… todo se volvió obscuro antes de que pudiera ver el show de mi propia muerte…

Sin embargo, yo no morí ¿se dan cuenta? sino, ¿cómo pudiera contarles esto? yo aun sigo vivo, después de siete años; acostado junto a mi abuela en su cama. Recuerdo bien cuando de pequeño me decía: “Damián, no maldigas, puesto que la maldición caerá sobre ti el doble de veces” y yo respondía “¿Cómo puede pasar eso, abuela?” y me reía… a estas alturas… cuando lo susurra contra mi oído, sin poder moverme, sonrio irónicamente… esas palabras son las únicas que me atraen a la realidad y me hacen ver que aun sigo vivo, desgraciadamente. No debí decir… nada. No debí maldecir. Debí hacerle caso.